La demanda nacional impulsa la nueva tipología de vivienda postcovid: espacios abiertos y zonas verdes
EL CLIENTE ESPAÑOL SUPERA EL 50% EN LA COMPRA DE VIVIENDA NUEVA EN LA COSTA
La irrupción de la pandemia del coronavirus en 2020 ha afectado profundamente al mercado inmobiliario. No solo en el plano cuantitativo, por la caída de las ventas fruto de la ausencia de movilidad en distintos momentos desde marzo del año pasado y el ajuste de precios, sino a nivel cualitativo. La covid ha cambiado tanto el tipo de vivienda que se busca tras el encierro, como el perfil del cliente de obra nueva en el litoral.
Así lo recoge el último informe elaborado por la tasadora Tinsa sobre el comportamiento de la vivienda en la costa, publicado recientemente y del que ya se hizo eco Alicante Plaza. De un lado, cada vez son más los que buscan una vivienda con zonas verdes o espacios abiertos, como terrazas y urbanizaciones, en previsión de tener que volver a pasar mucho tiempo encerrado. El auge del teletrabajo, consecuencia también del confinamiento, ha acrecentado el interés por viviendas con mayores comodidades y contacto con la naturaleza.
Y los protagonistas de esta demanda creciente no son, como sucedía hasta 2020, los compradores extranjeros. Según los datos recogidos por Tinsa sobre transacciones inmobiliarias del pasado ejercicio, es la demanda nacional la que está tirando de esta nueva tipología de vivienda. En el 70% de las zonas de costa analizadas en toda España, la demanda española supera el 50%, algo que antes sucedía en menos de la mitad de los núcleos.
La tendencia se observa también en las costas de la Comunitat Valenciana, cuyos precios son los más bajos de las zonas de costa estudiadas. Asimismo, los mercados que han experimentado los descensos más intensos, según los técnicos, se localizan en Valencia (en la costa entre Canet d’en Berenguer y Alboraia) y en Alicante (entre Calpe y Pilar de la Horadada). Paradójicamente, las localidades de costa no capitales que registraron un mayor número de compraventas en 2020 fueron Torrevieja (3.428 viviendas) y Orihuela (2.841 compraventas), y la Comunitat Valenciana es la segunda con mayor cuota de comprador extranjero tras Baleares: ingleses en Alicante y franceses en València.
Con todo, los técnicos de Tinsa han detectado un incremento de la demanda nacional en casi la mitad de las zonas analizadas, mientras en el caso de la extranjera la tendencia ha sido la contraria. En el segmento específico de vivienda vacacional, la demanda nacional y la internacional en la costa alicantina se reparte en una proporción similar, salvo en la zona comprendida entre Guardamar del Segura y Pilar de la Horadada, donde la demanda es mayoritariamente internacional.
Desde que se inició la pandemia, además, los técnicos de la tasadora han observado un cambio en las preferencias y en las características que buscan los compradores en las viviendas. Estas nuevas demandas se repiten a lo largo de todo el territorio y van en la línea de mayores espacios abiertos bajo la forma de jardines, terrazas, ubicaciones periféricas de menor densidad y viviendas unifamiliares.
Los españoles compran más que en 2019
La promotora británica Taylor Wimpey, fuertemente implantada en Alicante y especializada en la vivienda vacacional, también ha observado estas dos tendencias en los últimos meses, según explican fuentes de la firma. «No cabe duda de que la pandemia y los confinamientos han cambiado las preferencias a la hora de elegir un tipo de vivienda, ya sea para residir, para pasar una temporada o simplemente para invertir. En la actualidad, se valoran los espacios abiertos, las terrazas, las zonas verdes y los entornos agradables y tranquilos».
En cuanto al cambio de perfil, la promotora británica destaca que «los españoles son la segunda nacionalidad (de un total de 23) con más adquisiciones en 2021, superando las reservas tanto de 2020 como de 2019«. Una tendencia que, según explican, «sigue al alza», ya que las previsiones que maneja la promotora de origen británico para agosto y septiembre son favorables.