El 1,1% de las viviendas en España alcanzan la máxima eficiencia energética A

La promotora Taylor Wimpey España se ha propuesto cambiar este paradigma y garantiza que sus nuevos residenciales cuenten con la máxima calificación, en un mercado donde la sostenibilidad gana protagonismo en 2025

El parque inmobiliario español sigue mostrando un importante reto en materia de eficiencia energética. Según datos de un estudio de IESE Business School y TINSA by Accumin, únicamente un 1,1% de las viviendas existentes en España cuentan con la calificación energética A, la máxima posible. En contraste, Taylor Wimpey España incorpora este estándar de eficiencia en sus nuevas promociones, reflejando la apuesta de la compañía por adelantarse a un mercado cada vez más exigente en materia de sostenibilidad.

La demanda residencial en España vive una transformación clara. La sostenibilidad ha dejado de ser un valor añadido para convertir en un criterio de compra determinante. Un estudio de Fotocasa confirma que un 96% de los españoles considera importante que la vivienda elegida cuente con atributos sostenibles.

La promoción Altura 160, situada en la urbanización Hacienda Señorío de Cifuentes en Benahavís (Málaga), ilustra el modelo de vivienda sostenible que impulsa Taylor Wimpey España y que el público nacional demanda. Con entrega prevista en marzo de 2026, el proyecto ofrece apartamentos de 2 y 3 dormitorios con superficies desde 103 m² más 33 m² de terraza.

 

Entre sus características destacan las vistas panorámicas al mar desde las terrazas privadas, elegantes zonas comunes con piscinas y jardines, interiores de alta calidad con cocina equipada, además de aparcamiento subterráneo y trastero incluidos. Todo ello con un denominador común: viviendas energéticamente eficientes, certificadas con clase A, que garantizan ahorro y respeto por el medio ambiente.

 

El atractivo de la sostenibilidad se explica no solo por su impacto ambiental, sino por su repercusión directa en la economía familiar. Según cálculos de la OCU y el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), un piso de 80 m² con etiqueta energética E gasta de media unos 135 € mensuales en energía. Si esa misma vivienda tuviera una calificación G, el desembolso ascendería a 205 €. La diferencia, de unos 70 € al mes, supone más de 800 € al año en la factura.

Igualmente, una vivienda con certificación A puede llegar a consumir hasta un 90% menos de energía que una con etiqueta G. Esta reducción se traduce en cientos de euros de ahorro anual, menor exposición a la volatilidad del mercado eléctrico y un mayor confort interior: temperaturas más estables, mejor aislamiento acústico y calidad del aire.

https://alsoldelacosta.com/solo-el-11-de-las-viviendas-en-espana-alcanzan-la-maxima-eficiencia-energetica-a/

Terraza del ático de Altura 160 con vistas espectaculares

Terraza del ático de Altura 160 con vistas espectaculares

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